¿Cómo funciona Hidroxicloroquina? ¿Para qué me sirve?

La hidroxicloroquina pertenece es parte de un grupo de medicamentos conocidos como antiinflamatorios y antimaláricos. Se puede utilizar sola o en combinación con otros medicamentos antiartríticos para hacer frente a la artritis reumatoide. Ayuda a disminuir el dolor, la rigidez y la inflamación de las articulaciones. Pueden pasar varias semanas antes de que se vean los efectos positivos de la hidroxicloroquina para el tratamiento de la artritis reumatoide.

La hidroxicloroquina también se utiliza para tratar y prevenir ciertos tipos de malaria. También puede utilizarse para el tratamiento del lupus.

Podrás encontrar este medicamento disponible bajo diferentes nombres de marca y/o en varias formas diferentes.

No le ofrezca este tratamiento a otro individuo, si bien padezca los mismos síntomas que usted. Puede ser arriesgado para las personas beber esta substancia si su hospitalario no se lo ha mandado.

Algunos estudios han demostrado que Hidroxicloroquina es eficaz para combatir el coronavirus, consulte en nuestra farmacia online y podrá acceder a él sin receta.

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¿En qué forma se presenta este medicamento?

Cada comprimido recubierto con película, de color blanco a blanco, con forma de cacahuete y con "Hidroxicloroquina" en negro en una de las caras, contiene Hidroxicloroquina 200 de hidroxicloroquina sulfato (equivalente a 155 mg de base). Es decir, si compras Hidroxicloroquina online, obtendrás Hidroxicloroquina 200 mg.

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¿Cómo debo utilizar este medicamento?

Las dosis recomendadas del medicamento varían según la enfermedad que se trate.

Artritis reumatoide: La dosis inicial habitual en adultos es de 400 mg a 600 mg diarios. Pueden pasar varias semanas antes de que se observen los efectos beneficiosos de la hidroxicloroquina para el tratamiento de la artritis reumatoide, y varios meses antes de que se alcancen los efectos máximos. Después de 5 a 10 días, la dosis puede aumentarse gradualmente. Una vez que se observa una buena respuesta al tratamiento (normalmente en un plazo de 4 a 12 semanas), la dosis se reduce a 200 mg a 400 mg diarios.

Lupus: La dosis inicial habitual para adultos es de 400 mg una o dos veces al día. Esta dosis puede continuarse durante varias semanas o meses dependiendo de los beneficios que se produzcan. Para el uso a largo plazo, la dosis de hidroxicloroquina suele reducirse a 200 mg a 400 mg diarios.

Paludismo: La dosis preventiva recomendada para los adultos es de 400 mg exactamente el mismo día de cada semana, comenzando 2 semanas antes de la exposición y continuando durante 8 semanas después de abandonar la zona de alto riesgo. Las dosis para niños se basan en el peso corporal y se calculan en 5 mg de hidroxicloroquina base por kilogramo de peso corporal hasta una dosis máxima de 400 mg.

Para el tratamiento de los ataques agudos de paludismo, la dosis inicial recomendada para los adultos es de 800 mg, seguida de 400 mg después de 6 a 8 horas. A esto le siguen 400 mg en cada uno de los dos días siguientes, hasta un total de 2.000 mg de hidroxicloroquina. Algunos médicos pueden decidir prescribir una dosis única de 800 mg solamente, ya que este método también ha resultado eficaz en el tratamiento de la malaria. Las dosis para niños se basan en el peso corporal, según lo prescrito por el médico.

Para ayudar a reducir el malestar estomacal, la hidroxicloroquina debe tomarse con una comida o un vaso de leche.

Existen varios motivos que pueden afectar a la dosis de medicación que necesita una persona, ya sea el peso corporal, otras enfermedades médicas y otros medicamentos. Si su médico y/o farmacéutico le ha sugerido una dosis diferente a la que se indica en este artículo, no cambie la forma de tomar el medicamento sin consultarlo antes con un profesional sanitario.

Es importante que consuma este medicamento exactamente como se lo ha indicado su médico. Si se olvida de consumir una dosis, tómela lo antes posible y continúe con su horario habitual. Si se encuentra a menos de 12 horas de su próxima dosis, sáltese la dosis olvidada y continúe con su horario habitual. No consuma una doble dosis para compensar la olvidada. Si no se encuentra seguro de qué hacer después de olvidar una dosis, póngase en contacto con su médico o farmacéutico para que le diga que hacer

Guarde esta medicación a temperatura ambiente y manténgalo fuera del rango de los niños.

No tire los medicamentos en las aguas residuales (por ejemplo, en el fregadero o en el inodoro) ni en la basura del hogar. Pregunte a profesionales médicos cómo deshacerse de los medicamentos que ya no necesita o que han caducado.

¿Quiénes NO deben tomar este medicamento?

No consuma hidroxicloroquina si

  • es alérgico a la hidroxicloroquina o a cualquiera de los ingredientes del medicamento
  • es alérgico a cualquiera de los compuestos de 4-aminoquinolina, como la cloroquina
  • se le ha diagnosticado previamente una retinopatía ocular

No le administre esta medicación a niños menores de 6 años.

¿Qué efectos secundarios puede tener este medicamento?

Los efectos secundarios que se mencionan a continuación no los padecen todas las personas que consumen este medicamento. Si le preocupan los efectos secundarios, consulte con su médico los riesgos y beneficios de esta medicación.

Los siguientes efectos secundarios han sido reportados por al menos el 1% de las personas que toman este medicamento. Varios de estos efectos secundarios se pueden controlar, y algunos desaparecen por sí solos con el tiempo.

  • diarrea
  • mareos
  • pérdida de cabello
  • dolor de cabeza
  • aumento de la sensibilidad de la piel a la luz solar
  • pérdida de apetito
  • náuseas
  • erupción cutánea
  • sensación de giro
  • calambres o dolor de estómago
  • vómitos

Si bien la totalidad de los efectos secundarios que se enumeran a continuación no ocurren muy a seguido podrían causar problemas importantes si no consulta a su clínico o no busca cuidado médico.

Consulte a su médico cuanto antes si se produce alguno de los siguientes efectos secundarios

  • visión borrosa o cualquier cambio en la visión - este efecto también puede ocurrir o empeorar después de dejar el medicamento
  • cambio en el color del pelo o de la piel
  • desmayos
  • síntomas parecidos a los de la gripe (falta de energía repentina, fiebre, tos, dolor de garganta)
  • alucinaciones (ver u oír cosas que no existen)
  • cambios de humor u otros cambios mentales
  • debilidad muscular
  • nerviosismo
  • pitidos o zumbidos en los oídos o cualquier pérdida de audición
  • síntomas de padecer anemia (decrecimiento de los glóbulos rojos; por ejemplo, vértigo, piel pálida, fatiga o debilidades extrañas, problemas para respirar).
  • síntomas de hemorragia (ya sea, hemorragias en la nariz poco frecuentes, hematomas, sangre a la hora de orinar, tos con sangre, encías con sangre, cortes que no dejan de sangrar)
  • signos de problemas cardíacos (por ejemplo, latidos del corazón o pulso rápidos e irregulares, dolor en el pecho, aumento repentino de peso, dificultad para respirar, hinchazón de las piernas)
  • signos de infección (los síntomas pueden ser fiebre o escalofríos, diarrea intensa, dificultad para respirar, mareos prolongados, dolor de cabeza, rigidez de cuello, pérdida de peso o apatía)
  • signos de problemas hepáticos (por ejemplo, náuseas, vómitos, diarrea, pérdida de apetito, pérdida de peso, coloración amarillenta de la piel o del blanco de los ojos, orina oscura, heces pálidas)
  • Signos de bajada de azúcar en sangre (hipoglucemia) (por ejemplo, visión borrosa, mareos, fatiga, dolor de cabeza, entumecimiento u hormigueo en la boca, aceleración de los latidos del corazón, temblores, sudoración o confusión).
  • hormigueo, entumecimiento o dolor ardiente
  • cansancio o debilidad inusuales

Precauciones

Se recomienda consumir esta medicina con exactitud para lograr obtener el superior beneficio de él. Si lo consume corrientemente, tómelo en el mismo horario cada día. Tome este remedio religiosamente como se lo han recetado. No deje de consumirlo sin discutir con su clínico, principalmente si lo está utilizando para la malaria. Es esencial seguir tomándolo en el tiempo mandado. Abandonar el tratamiento demasiado rápido puede provocar una infección o la regreso de la misma.

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